martes, 10 de julio de 2012

COMENTARIOS TEXTO EXAMEN JUNIO RESUELTOS


COMENTARIO DEL SONETO V DE GARCILASO DE LA VEGA- OPCIÓN A


Escrito está en mi alma vuestro gesto,
y cuanto yo escribir de vos deseo;
vos sola lo escribisteis, yo lo leo
tan solo, que aun de vos me guardo en esto.

En esto estoy y estaré siempre puesto;
que aunque no cabe en mí cuanto en vos veo,
de tanto bien lo que no entiendo creo,
tomando ya la fe por presupuesto.

Yo no nací sino para quereros;
mi alma os ha cortado a su medida;
por hábito del alma mismo os quiero.

Cuanto tengo confieso yo deberos;
por vos nací, por vos tengo la vida,
por vos he de morir, y por vos muero.

(INTRODUCCIÓN)
            Esta composición lírica es una de las mejores y más conocidas del poeta toledano Garcilaso de la Vega (1501-1536), introductor, junto con Boscán, de la lírica renacentista de influencia italiana y máximo exponente de este movimiento poético durante la primera mitad del siglo XVI. Garcilaso representa al perfecto cortesano renacentista del que hablaba Baltasar de Castiglione, pues conjuga en su persona “armas y letras”. Considerado como el primer poeta moderno por su tratamiento del tema amoroso, cultivó una poesía intimista, melancólica, cuyo estilo se caracteriza por la claridad, la naturalidad y el buen gusto.

Su producción literaria, exclusivamente poética, es breve; en metros italianistas: tres églogas, dos elegías, cinco canciones, una oda, una epístola y treinta y ocho sonetos. El poema que nos ocupa es el soneto XXIII y está dedicado probablemente a Isabel Freyre, dama portuguesa de la reina y musa de su poesía. Este poema lírico, perteneciente a su época de plenitud (iniciada a partir de 1532), demuestra el perfecto manejo del arte italianista que poseía Garcilaso. (INTRODUCCIÓN IGUAL QUE EL ANTERIOR COMENTARIO)
(ANÁLISIS DEL CONTENIDO:TEMA Y ESTRUCTURA)

En cuanto al tema del soneto  que nos ocupa, observamos que es la descripción del sentimiento amoroso del poeta hacia una mujer. Por ello, aparece ya desde el primer verso los distintivos del emisor (mi) y la destinataria de tan exaltada composición (vuestro). Catáforas de los repetitivos yo y vos (este último, evidenciando la época en que fue escrito el poema, s.XVI), de los versos siguientes: 2,3,9,... En todo momento, la amada es la responsable del nacimiento de ese sentimiento (vos sola lo escribisteis), lo que le confiere unas cualidades que la elevan por encima de los demás seres (amor platónico). Esta forma de tratar el asunto amoroso se relaciona, asimismo, con la poesía petrarquista. Y alcanza su punto más alto, en el segundo cuarteto, al vincular el amor hacia esa mujer con la fe. Igualmente, y contrapuesto a lo antes mencionado, el hombre, es un ser pasivo, que se ve obligado a amarla por la fuerza de ese sentimiento que genera ella (yo lo leo/tan sólo; yo no nací sino para quereros).

Si analizamos el poema, en su estructura interna distinguimos:
a)    vv. 1-4: Descripción de cómo su amada lo abarca todo en él. Desbordamiento total del sentimiento que le profesa. Está en su alma (v.1) y, por tanto, controla su cuerpo, su mente, su raciocinio, su voluntad. Dueña de su ser y actos. No tiene el poder de crear, solo de describir (pese a la conciencia de creadores que tienen los artistas en el siglo XVI).

b)    vv. 4-8: Intemporalidad de su amor. Admiración hacia ella, lo que sus ojos ven sobrepasa su entendimiento pero le hace bien, esto le lleva a ejercitar la fe como medida equilibrante. La fe que se necesita para creer en la perfección de Dios, es necesaria ahora para poder creer la perfección de la dama.

c)    vv. 9-11: Su razón de vivir. Su alma ya no está desnuda, ella es su vestimenta, su adorno, su acabado. No hay soledad.

d)    vv. 12-14: Agradecimiento de que su vida y muerte le pertenezcan. Ve a la mujer en un plano superior. Se habla con un lenguaje religioso: pone su vida bajo la voluntad de su amada.

Se suele tomar el soneto como un texto poético de carácter argumentativo, en el que se presenta una idea (aquí, primer cuarteto); se desarrolla (segundo cuarteto y primer terceto) y se concluye (última estrofa). Entre los cuartetos, esta relación temática se comprueba en este caso con el uso del anafórico esto (vv.4 y 5). Como ya ha sido explicada la idea principal en el párrafo anterior, nos detendremos ahora en fijarnos en qué elementos dotan de cohesión al poema.

(MÉTRICA)
En lo que respecta a la métrica, el soneto está formado por dos cuartetos y dos tercetos, compuestos por versos endecasílabos, de arte mayor. Su rima es consonante. Su esquema métrico es 11A, 11B, 11B, 11A; 11A, 11B, 11B, 11A; 11C, 11D, 11E; 11C, 11D, 11E.

(ANÁLISIS PLANO FÓNICO, MORFOSINTÁCTICO Y SEMÁNTICO)

(Plano fónico: RECURSOS LITERARIOS)
Todo el soneto supone una hipérbole o exageración de la presencia de la amada en la vida del poeta. Sin embargo no es una exageración que sobrepase los límites del equilibrio.

Empieza adentrándose en la espiritualidad del hombre, no se acoge a ninguna referencia carnal sino a espiritual: lo eterno (alma). No es un amor carnal, físico sino una adoración. En el primer verso destaca un hipérbaton Escrito está en mi alma vuestro gesto. Dos posibles intenciones son: darle un sentido más lejano al tiempo: “Está escrito” (frase del evangelio) y destacar gesto, una metonimia que representa a la amada. En el primer cuarteto destaca el juego entre yo y vos, ella escribe, él lo lee. Ella ejecuta, él obedece. Se remarca con el encabalgamiento abrupto del tercer verso que resalta el verbo leo: el poeta no es creado, solo cuenta lo que ya existe: la belleza que le supera.

    En el quinto verso utiliza el verbo presente y futuro para explicar lo eterno de su amor estoy y estaré siempre. Los adverbios de cantidad Tanto y Cuanto, que constituyen una aliteración, agrandan los conceptos. Retóricamente expresa la superioridad de la mujer que ama sobre él con la expresión “no cabe en mí”. Usa la fe como respuesta a su impotencia: muestra su religiosidad, para ello, el v.7 es otro hipérbaton que ensalza el verbo creo.

    En el primer terceto destaca la palabra “hábito” que aquí se ajusta a la vestimenta, al recubrimiento de lo que está destapado, pero también a la costumbre de estar amándola todos los días en la distancia, desde el secreto. Además la personificación mi alma os ha cortado a su medida es una personificación. Equipara el alma con un sastre para seguir jugando con la metáfora del hábito. No nací sino para quereros del v.9 habla de la predestinación de una persona en su vida: querer, misión que cumple en el v.11.

    El último terceto es una alegoría que representa la gratitud del poeta hacia la dama por haber otorgado sentido a su vida. Utiliza, pues, la alegoría: vida-muerte en pago a esa gratitud. Además resalta la anáfora por vos de los vv. 13 y 14. Su nacimiento (ya repetido en el v. 9) –como persona, amante y poeta- se lo debe a su dama. Y seguramente su muerte -si la dama no corresponde- también. Este último terceto es una sentencia que resume el contenido del soneto completo.

(PLANO MORFOSINTÁCTICO)

Hay un gusto por el juego verbal, ya que, por un lado, un mismo verbo se conjuga en personas e incluso tiempos diferentes: escribir (vv.1,2,3); querer (vv.9,11); morir (verso final). Por otro, se refuerza aquello que se desea expresar en el verso mediante la estructuración sintáctica bimembre (vv.5, 14), la antonimia (escribisteis-leo; nací-muero), la repetición (nací –vv.9,13; tengo vv.-12,13) y la sinonimia: no entiendo-creo ( tomando como base que “tener fe es creer aquello que no se entiende”).
Sintácticamente, llama la atención que el hipérbaton más abundante sea el que traslada el verbo principal al final de verso (vv.2,3,6,7,11) así como, la asíndeton (general en todo el poema) y el paralelismo-enumeración de los dos versos finales, cuyo significado se puede explicar a la luz de la repetida palabra clave: alma (vv.1,10,11). Donde prende el sentimiento amoroso (iniciado por el sentido de la vista –v.5) y que es lo que le da el verdadero sentido –vital- al enamorado (ella ha cortado a su medida lo que no cabe en él al contemplar a la mujer: su hermosura y perfección, tanto bien). De aquí, la misión última (por vos he de morir y por vos muero) de este remozado servicio de amor renacentista.

(PLANO SEMÁNTICO: localizar campos semánticos)

El tema del texto condiciona el uso de sustantivos y adjetivos relacionados con el amor y la fé. De esta forma encontramos teérminos relacionados con lo divino: alma, fé; también con lo terrenal: vida, muerte; y como no con el amor: deseo, gesto, quereros, quiero.

(CONCLUSIÓN)
A modo de conclusión, se puede decir que Garcilaso de la Vega coloca a su amada en un lugar por encima de él mismo y que, como dice en este soneto, vive y muere por ella. Ya no es Dios quien controla su vida, sino su dama. Ésta, marca la personalidad y la vida del poeta.


 
COMENTARIO DEL SONETO XI DE GARCILASO DE LA VEGA- OPCIÓN B

Hermosas ninfas, que, en el río metidas,
contentas habitáis en las moradas
de relucientes piedras fabricadas
y en columnas de vidrio sostenidas;
agora estéis labrando embebecidas
o tejiendo las telas delicadas,
agora unas con otras apartadas
contándoos los amores y las vidas:
dejad un rato la labor, alzando
vuestras rubias cabezas a mirarme,
y no os detendréis mucho según ando,
que o no podréis de lástima escucharme,
o convertido en agua aquí llorando,
podréis allá despacio consolarme.

(INTRODUCCIÓN)
            Esta composición lírica es una de las mejores y más conocidas del poeta toledano Garcilaso de la Vega (1501-1536), introductor, junto con Boscán, de la lírica renacentista de influencia italiana y máximo exponente de este movimiento poético durante la primera mitad del siglo XVI. Garcilaso representa al perfecto cortesano renacentista del que hablaba Baltasar de Castiglione, pues conjuga en su persona “armas y letras”. Considerado como el primer poeta moderno por su tratamiento del tema amoroso, cultivó una poesía intimista, melancólica, cuyo estilo se caracteriza por la claridad, la naturalidad y el buen gusto.

Su producción literaria, exclusivamente poética, es breve; en metros italianistas: tres églogas, dos elegías, cinco canciones, una oda, una epístola y treinta y ocho sonetos. El poema que nos ocupa es el soneto XXIII y está dedicado probablemente a Isabel Freyre, dama portuguesa de la reina y musa de su poesía. Este poema lírico, perteneciente a su época de plenitud (iniciada a partir de 1532), demuestra el perfecto manejo del arte italianista que poseía Garcilaso. (INTRODUCCIÓN IGUAL QUE EN EL ANTERIOR COMENTARIO)
(ANÁLISIS DEL CONTENIDO:TEMA Y ESTRUCTURA)


En este poema de Garcilaso encontramos los tópicos renacentistas. El ideal estético renacentista, la belleza integrada en la naturaleza armónica (locus amoenus). Referida tanto a los seres mitológicos (hermosas ninfas, que contentas habitáis…), como a la naturaleza idealizada (relucientes piedras, columnas de vidrio). El tema del amor, como eje central, que en este caso refleja la inconsolable desdicha del poeta.
Garcilaso encarna los valores del hombre renacentista, hombre de armas (muere defendiendo a su rey) y poeta (en contacto con la corriente literaria renacentista italiana). Al modo del amor cortés, llora la muerte de su musa (Isabel Freyre), como lo hizo Francisco Petrarta con Laura. Su obra es publicada, a modo de apéndice en la obra de un amigo, siete años después de su muerte.
Se trata, pues, de un soneto escrito por Garcilaso de la Vega (1501 ó 1503 – 1536), de influencia petrarquista, la lírica italiana que a lo largo del siglo XVI se extiende por Europa. La conoció durante su estancia en Nápoles, de ella se embebe y la introduce en España.
Es una obra lírica, escrita en verso. La forma de elocución que predomina es la descripción en la que expresa de modo subjetivo, en estilo directo y en primera persona, la inmensa tristeza de su alma..

En cuanto al tema del soneto, el poeta se dirige a unas ninfas que viven a la orilla del río y les pide que dejen la labor en la que están entretenidas para escuchar lo que quiere contarles. Les promete que no las entretendrá demasiado de sus ocupaciones habituales, porque es triste lo que les explicará, que o bien él se deshará en lágrimas o bien ellas, de tan tristes, dejarán de escucharle.
El tema del texto es la tristeza incontrolable del poeta.

Si analizamos el poema, en su estructura interna distinguimos dos partes:

a) invoca a las ninfas y describe sus moradas (primer cuarteto) y sus actividades (segundo cuarteto);

b) pide que les escuche y revela el motivo de su invocación (dos tercetos).

Se suele tomar el soneto como un texto poético de carácter argumentativo, en el que se presenta una idea (aquí, primer cuarteto); se desarrolla (segundo cuarteto y primer terceto) y se concluye (última estrofa). Entre los cuartetos, esta relación temática se comprueba en este caso con el uso del anafórico esto (vv.4 y 5). Como ya ha sido explicada la idea principal en el párrafo anterior, nos detendremos ahora en fijarnos en qué elementos dotan de cohesión al poema.


(MÉTRICA)
En lo que respecta a la métrica, el soneto está formado por dos cuartetos y dos tercetos, compuestos por catorce versos endecasílabos, de arte mayor. Su rima es consonante. Su esquema métrico es 11A, 11B, 11B, 11A; 11A, 11B, 11B, 11A; 11C, 11D, 11C; 11C, 11D, 11C.
Vs. 1, 8 sinalefa y sinéresis.
Vs. 4, 5, 7, 11, 12, 13, 14 sinalefa.

(ANÁLISIS PLANO FÓNICO, MORFOSINTÁCTICO Y SEMÁNTICO)

(Plano fónico: RECURSOS LITERARIOS)
Hermosas ninfas que, en el río metidas,
contentas habitáis en las moradas
de relucientes piedras fabricadas
y en columnas de vidrio sostenidas;
agora estéis labrando embebecidas,
o tejiendo las telas delicadas;
agora unas con otras apartadas,
contándoos los amores y las vidas;
dejad un rato la labor, alzando
vuestras rubias cabezas a mirarme,
y no os detendréis mucho según ando;
que o no podréis de lástima escucharme,
o convertido en agua aquí llorando,
podréis allá de espacio consolarme.

Figuras literarias
De orden:
Vs. 1, 3, 4 hipérbaton.
De repetición:
Vs. 5 y 7 anáfora.
De significado:
Vs. 1 epíteto.
Vs. 9 imprecación.
Vs. 13 hipérbole.


Figuras literarias: hipérbaton (v. 12 “no podréis de lástima escucharme”), hipérbole (v. 13 “convertido en agua aquí llorando”), antítesis (v. 12 y 14 “o no podréis… o… podréis”)
(PLANO MORFOSINTÁCTICO)

Utiliza un vocabulario sencillo con el que consigue transmitir un intenso sentimiento doloroso. Lo vemos en la utilización de sustantivos comunes. Los adjetivos resaltan la belleza del escenario: epítetos como “hermosas ninfas”, “relucientes piedras”, “rubias cabezas”.
Los verbos señalan claramente las dos partes del poema: los dos primeros cuartetos contienen verbos en presente de indicativo, al comienzo del primer terceto utiliza el imperativo (“dejad”) para terminar utilizando el futuro imperfecto.
En cuanto al tipo de sintaxis, abundan las oraciones coordinadas.
El poema comienza con una invocación a las ninfas y una proposición subordinada adjetiva que abarcará los dos cuartetos. En ellos hay coordinadas copulativas, disyuntivas y distributivas. El primer terceto se inicia con un verbo en imperativo, le sigue una yuxtaposición y una coordinada copulativa y termina con una subordinada adverbial consecutiva.
Nos encontramos con dos encabalgamientos; uno suave en los v. 2 y 3, y uno abrupto en el v. 9 y 10.

(PLANO SEMÁNTICO: localizar campos semánticos)

El tema del texto condiciona el uso de sustantivos y adjetivos relacionados con el amor y la fé. De esta forma encontramos términos relacionados con la naturaleza: río, moradas, piedras; naturaleza con la que se alía el autor para reconocer sus amores y preocupaciones.

A modo de conclusión, se puede decir que…(similar al anterior comentario; tened en cuenta que es personal y podéis hacer referencia al tema del poema y hacer una breve reseña a lo dicho en el comentario).


 

domingo, 3 de junio de 2012

Comentario del Soneto de Garcilaso


Comentario de texto del soneto XXIII de GARCILASO DE LA PÁG. 155


1          En tanto que de rosa y azucena  11 A
2          se muestra la color en vuestro gesto,     11 B
3          y que vuestro mirar ardiente, honesto11 B
4          con clara luz la tempestad serena;         11 A
5          y en tanto que el cabello que en la vena11 A
6          del oro se escogió, con vuelo presto      11 B
7          por el hermoso cuello blanco, enhiesto, 11 B
8          el viento mueve, esparce y desordena: 11 A
9          coged de vuestra alegre primavera         11 C
10       el dulce fruto antes que el tiempo airado11 D
11       cubra de nieve la hermosa cumbre.       11 E
12       Marchitará la rosa el viento helado,        11 D
13       todo lo mudará la edad ligera                   11 C
14       por no hacer mudanza en su costumbre. 11 E



            (INTRODUCCIÓN: época, autor y obra; género, subgénero y forma de expresión)
Esta composición lírica es una de las mejores y más conocidas del poeta toledano Garcilaso de la Vega (1501-1536, máximo exponente del Renacimiento, movimiento cultural que surgió durante la primera mitad del siglo XVI. En esta época se produce un cambio en los valores arraigados desde la Edad Media, ya que tiene como centro de interés el hombre y la vida; es decir, el ser humano como centro del universo (antropocentrismo). Se considera al ser humano como centro del universo y medida de todas las cosas, se valora la vida humana (placer, belleza( y los bienes terrenales (dinero, propiedades) (AQUÍ PODÉIS EXTENDEROS MÁS, PERO TENÉIS QUE HACERME UNA BUENA INTRODUCCIÓN)

En cuanto al autor del soneto, Garcilaso es considerado como el primer poeta moderno por su tratamiento del tema amoroso, ya que cultivó una poesía intimista, melancólica, cuyo estilo se caracteriza por la claridad, la naturalidad y el buen gusto.

Su producción literaria, exclusivamente poética, es breve; en metros italianistas: tres églogas, dos elegías, cinco canciones, una oda, una epístola y treinta y ocho sonetos. El poema que nos ocupa es el soneto XXIII y está dedicado probablemente a Isabel Freyre, dama portuguesa de la reina y musa de su poesía.


(III. ANÁLISIS DEL CONTENIDO: tema y subtemas; métrica (estructura externa) y estructura interna en función del contenido del texto, de los tópicos que aparezcan)
En cuanto a / En lo que se refiere /Respecto al tema del soneto  que nos ocupa, observamos que recrea el tópico literario del “carpe diem” (exhortación al aprovechamiento de la juventud), proveniente de la literatura clásica latina, que fue muy grato a los autores renacentistas, puesto que refleja un sentido pagano de la existencia, impregnado de vitalismo, característico de la nueva manera de entender la vida.

Se dirige en él a una mujer (quizás Isabel Freyre, dama portuguesa que fue la musa de la  mayor parte de sus composiciones) para aconsejarla que aproveche su juventud y su belleza. Para ello realiza una descripción de ciertos aspectos de su físico (color del rostro, mirada, cabello, cuello) resaltando su hermosura juvenil y advirtiéndole metafóricamente que viva intensamente antes de que el paso inexorable del tiempo la conduzca al invierno de su vida. Finalmente concluye destacando la acción destructora del tiempo y su vertiginosidad.
Desde el punto de vista de la estructura, distinguiremos entre:
a) Estructura externa (métrica): nos encontramos ante un soneto de estructura clásica, compuesto por 14 versos endecasílabos de rima consonante, distribuidos en dos cuartetos (ABBA ABBA) y dos tercetos  (CDE DCE).

b) Estructura interna: podríamos considerar dos apartados generales:
  • Primer apartado: comprende los dos cuartetos y el primer terceto (vv. 1-11). El poeta se dirige en concreto a una dama para que aproveche su juventud y hermosura.
En este primer apartado se observan dos subapartados:
-          Los dos cuartetos (vv 1-8). Descripción de la belleza física de una dama en su presente de juventud, siguiendo el canon de belleza de la mujer renacentista. (“Descriptio puellae”)
-          El primer terceto (vv. 8-11), donde se explicita el tópico del “carpe diem”, exhortando metafóricamente al aprovechamiento de la juventud.
  • Segundo apartado: comprende el segundo terceto (vv. 12-14). Se trata de una conclusión general, también en forma metafórica. Nos habla en abstracto sobre el efecto devastador del paso del tiempo que conduce a la vejez y  a la muerte. (“Tempus fugit”)[1]

Para un análisis más detallado, estudiaremos la imbricación que existe entre el contenido y las figuras retóricas de acuerdo a los tres planos lingüísticos:


(IV: ANÁLISIS DE LA FORMA: plano fónica, morfosintáctico y semántico)
l  Plano fónico 
            Destacaremos el ritmo tonal de las estructuras oracionales: todas ellas enunciativas afirmativas, excepto en el caso de la proposición donde se formula el tema del “carpe diem” (“coged de vuestra alegre primavera…”) que adopta una modalidad exhortativa o imperativa; al ser la única gana en fuerza, en importancia, y se reafirma como núcleo de la idea principal.
           
En cuanto a la métrica, se trata de un soneto, composición constituida por dos cuartetos (ABBA, ABBA) y dos tercetos (CDE,DCE), de rima consonante. El soneto, poema italianista, fue adaptado definitivamente a la literatura en lengua castellana por Garcilaso.

l  Plano  morfosintáctico
            La adjetivación adquiere una gran relevancia. Debido a su carácter descriptivo en los dos cuartetos domina el estilo nominal, en ellos realiza la descripción de una mujer concreta a la que el poeta se dirige, la utilización de los determinantes adjetivos posesivos (“vuestro gesto”, “vuestro mirar”) así nos lo indican. La adjetivación, muy abundante, posee connotaciones positivas: “mirar ardiente, honesto”, “clara luz”. “vuelo presto”, hermoso cuello blanco, enhiesto”; en el primer terceto los adjetivos son epítetos: alegre primavera”, dulce fruto”, “hermosa cumbre”, también con connotaciones positivas. La excepción dentro del primer terceto la constituye: “tiempo airado, que anticipa la acción destructora del devenir temporal.

            Con el segundo terceto la adjetivación cobra tintes negativos: “viento helado”, “edad ligera”, en referencia a los efectos del paso del tiempo en el futuro. Se da una clara oposición en el sistema de los adjetivos que refuerzan la contraposición: Presente=Juventud=Positivo/ Futuro=Vejez=Negativo. Lógico, puesto que Garcilaso está exhortando al disfrute del momento presente.

            En cuanto al sistema de los tiempos verbales,  observamos su adecuación a la estructura del contenido y a la intención del poeta: presente en los cuartetos descriptivos; imperativo, en el primer terceto, es decir, en la exhortación; y futuro, en el segundo terceto, para expresar los estragos del paso del tiempo.

            El momento de mayor dinamismo expresivo se da en el v. 8 (“el viento mueve, esparce y desordena), la tríada de formas verbales en presente de indicativo precipitan la presentación del tema, sin romper el equilibrio al presentarse a continuación tres adjetivos referidos a “cuello” (hermoso, blanco, enhiesto”).

            Sintácticamente hay que señalar la disposición de los dos cuartetos respecto al primer terceto, conectados por subordinación sintáctica temporal (coged, como verbo principal y los conectores temporales “en tanto que”, que se presentan de forma anafórica ), para realzar la importancia del paso del tiempo y su fugacidad. En el primer terceto encontramos un nuevo conector temporal dependiente del mismo imperativo (“antes que”), introductor de un presente de subjuntivo con valor de futuro próximo, que recalca las consecuencias negativas del paso del tiempo.

            En cuanto a la construcción de la frase, llama la atención el uso del hipérbaton, en casi todas las estrofas existe algún ejemplo, siempre con la finalidad de realzar el elemento que pasa a primer término. El más exagerado se encuentra en el segundo cuarteto, todo él un hipérbaton.


l  Plano léxico-semántico
            La tópica descripción ubicada en los cuartetos no presenta una ordenación estricta (color del rostro, mirada, cabello, cuello); en ella predomina la prosopografía (descripción  física), si bien aparecen ciertos rasgos de etopeya (descripción psíquica o moral).


En el primer cuarteto:
Los dos primeros elementos descritos dan la sensación de que el poeta no quiere fijar unos rasgos simplemente físicos, sino trascenderlos: utiliza metonimias (“vuestro gesto”, para indicar el rostro ; “vuestro mirar” al referirse a sus ojos). Se destaca el semblante pálido y sonrosado en los pómulos, mediante metáforas coloristas extraídas del medio natural (“de rosa y azucena”). Su mirada posee dos términos adjetivadores que aparecen en antítesis (“ardiente, honesto”). El fuego es, en la terminología poética renacentista, símbolo de la pasión y la mirada de la dama es a la vez “amorosa” e inocente, pura. En consonancia con lo anterior en el v.4 nos da la explicación: metafóricamente su mirada puede encender pasiones (desencadenar la tempestad) y a la vez con su honestidad, su inocencia  (“clara luz”) serenarlas. De nuevo aparece la antítesis en relación con el verso anterior: ardiente-tempestad/ honesto-serena.


Segundo cuarteto:
Del cabello se pondera el color rubio, ideal renacentista, sublimado mediante una metáfora hiperbólica  (“que en la vena del oro se escogió”), seleccionado entre el oro más puro. La imagen del cabello en movimiento (metáfora: “con vuelo presto”), debido a la acción del viento, elemento natural, incide en caracterizar el cabello con sensación de viveza y suavidad. Muestra la acción del viento sobre la cabellera de la muchacha: “mueve, esparce y desordena”. No utiliza en la descripción del cuello ninguna metáfora, es suficiente la presentación de tres adjetivos en simetría con los tres verbos que aparecerán en el verso siguiente. Todo lo relacionado con el sentido de la vista cobra realce en la poesía garcilasiana.





Primer terceto:
Pasando a los tercetos encontramos el tópico ya señalado (estaciones del año=edades del hombre). El hipérbaton del verso 9: “coged de vuestra alegre primavera/el dulce fruto” tiende a remarcar mediante la metáfora de la juventud el aprovechamiento de ésta y, por otra parte, introduce el nuevo tópico que seguirá desarrollando en alegoría a lo largo de los dos tercetos. El esquema: epíteto+metáfora extraída de la naturaleza (“alegre primavera”),  se repite en “dulce fruto”. Si la primavera se identifica con la juventud, el dulce fruto, como producto de ésta, puede entenderse como el amor. De nuevo se impone la idea del tiempo y la advertencia del poeta: “antes que el tiempo airado” (metáfora del invierno), “cubra de nieve la hermosa cumbre” siguiendo idéntico esquema que en los vv. 9 y 10, se evoca el invierno de la vida, representado por el cabello blanco. La antítesis es otro recurso que debemos destacar. El contraste entre el presente (=belleza y juventud) y el futuro (=ajamiento y vejez) se manifiesta en términos de connotaciones positivas y negativas: dulce fruto/ tiempo airado, alegre primavera/ viento helado, etc.

Segundo terceto:
Se inicia remarcando mediante hipérbaton la acción destructora del tiempo: “Marchitará la rosa el viento helado”, continúa la alegoría del terceto anterior al hablarnos, mediante términos metafóricos extraídos de la naturaleza, del invierno y sus inclemencias, “el viento helado” connota ya la idea de la ¿muerte?. Por otra parte, aparece también la “rosa” como símbolo y metáfora de la vida y su fugacidad, la juventud posee idéntica duración que el esplendor de una rosa. El políptoton mudará/mudanza refuerza la idea de los cambios que produce el paso del tiempo.

(V.CONCLUSIÓN)

A modo de conclusión, podríamos decir que no hay pesimismo en la exhortación garcilasiana al goce de la juventud, sino un reflejo palpable del vitalismo renacentista. El poema una sensación de equilibrio y serenidad marcados por el ritmo remansado y lento (estilo nominal en general), por la armonía de su forma.
No obstante, queremos resaltaremos la importancia de la naturaleza que es en él fuente de recursos (metáforas especialmente), utilizados para describirnos al arquetipo de la mujer hermosa renacentista, así como para la presentación del tópico literario mediante el que se identifican las estaciones del año y las edades de la vida. La adjetivación sensorial, el uso del epíteto, las estructuras formadas por dos o tres elementos, características del estilo de Garcilaso, pueden rastrearse en el poema. Es importante también la organización sintáctica de los materiales lingüístico en ensamblaje perfecto con el tema que se desarrolla: nos referimos a la utilización de conectores temporales y, especialmente, al juego de formas verbales presentes en el poema: presente en los cuartetos descriptivos, imperativo, en el primer terceto, es decir, en la exhortación, y futuro, en el segundo terceto, para expresar los estragos del paso del tiempo.




La naturaleza nutre la poesía de Garcilaso de recursos estilísticos, se manifiesta en la mayor parte de las metáforas del texto, concretamente para describirnos el arquetipo de la mujer hermosa renacentista, así como en el tópico desarrollado en los tercetos, es decir, la identificación de las estaciones del año con las edades del hombre.



[1] Recordad que este tópico ya aparece en las Coplas de Jorge Manrique analizadas en unidades anteriores.